Simplifica tu vida, una excelente manera de mejorar tu felicidad y tu creatividad

Durante este periodo de «parón por vacaciones» estoy practicando uno de los hábitos más transformadores y  con mayor impacto en nuestra felicidad  y también clave para mejorar la creatividad y capacidad de innovación: simplificar.

Como cuento en mi libro, La Revolución de la Felicidad, una vida sencilla significa cosas distintas para cada uno de nosotros. Para mí, simplificar tiene que ver con eliminar lo que no es esencial, transformar el caos en paz, y conseguir tiempo y energía para las cosas que me gustan.

5Significa prescindir de lo que sobra en mi vida para poder pasar más tiempo con la gente que quiero y hacer las cosas que realmente me apasionan.

Significa también deshacerse de todas las cosas materiales que ocupan mi espacio físico y mental y que no me aportan valor, y quedarme sólo con aquellas realmente importantes.

Piensa por un momento:

  • ¿Tienes un armario lleno de ropa que no te pones nunca o casi nunca? ¿Hay días en los que no encuentras las prendas que realmente te gustan y te quedan bien, porque están mezcladas con todas esas que guardas aunque ya no te pones? ¿Cómo te sientes entonces?
  • ¿Tienes una agenda llena de actividades, una sensación de “no llegar a todo” y no consigues sacar tiempo para lo que realmente te gusta?
  • Y qué tal si piensas en las personas que te rodean: ¿Con quién pasas tú tiempo? ¿Son realmente las personas que más te aportan? ¿Tienes a menudo la impresión de que no llegas a atender a todo el mundo?

Es fácil dejarse llevar por la inercia y terminar haciendo cosas que no nos gustan y nos estresan, pasar el tiempo con gente que no nos interesa o seguir rodeándonos de cosas materiales inútiles que nos agobian.

Y es que introducir simplicidad en la vida no siempre es fácil. Sobre todo teniendo en cuenta que el mundo que nos rodea nos incita constantemente a que consumamos más, hagamos más y estemos conectados con mucha gente a través de las redes sociales, en el trabajo, en actividades de networking,etc.

Simplificar es un viaje, no un destino. Una actitud frente a la vida que nos permite ir corrigiendo nuestros actos y decisiones cuando empezamos a complicarnos la vida”. (Leo Babauta)

Nuestras circunstancias cambian y es posible que algunos acontecimientos (o simplemente la inercia de la que te hablaba antes) te saquen de tu simplicidad; así que tendrás que tenerlo presente para corregir tu proceder y recuperar lo esencial.

Por eso considero la actitud de simplificar un hábito. Sí, requiere hacer un ejercicio inicial para entender qué es lo esencial para nosotros y poder suprimir lo demás y luego hay que mantenerlo en el tiempo, tomando decisiones que nos acerquen a ello en nuestra vida cotidiana.

Así que, si estás interesado en simplificar tu vida, aquí tienes un método muy sencillo que he incluido en mi próximo libro sobre la felicidad y el éxito interior.

  1. Identifica lo que es realmente importante para ti

  2. Aléjate y elimina todo lo demás

Estos son los dos principios fundamentales a tener en cuenta. Ahora te voy a dar algunas sugerencias sobre cómo aplicarlo en distintas áreas de tu vida, y empezar a convertir la simplificación en una actitud que te proporcionará un mayor grado de paz interior y felicidad, y te permitirá concentrarte en las cosas que realmente  amas. También mejorará tu capacidad para innovar, como dice el experto en creatividad Tom Kelley: “Muchas innovaciones son simplicidad. A veces, cuando hablamos de innovación, menos es más”.

1. Empieza dándote cuenta de que ya eres suficiente, ya tienes suficiente.

  • Visualiza tu día perfecto: no necesariamente para que ese día perfecto se convierta en realidad, si no para entender qué significa para ti un día simple y satisfactorio. Puede significar cosas distintas para cada uno de nosotros. Para mí, por ejemplo, significa trabajar en mis proyectos, comer con un buen amigo o compañero de trabajo interesante y tener una buena charla. Y por la tarde un poco de deporte o actividad cultural en compañía de la gente que quiero o simplemente leer un buen libro o ver una buena película y relajarme. Y el fin de semana, un buen paseo por Madrid, ver a mi familia y pasar tiempo con mis seres queridos y amigos. Para otros puede ser meditar, escribir o bailar. Tómate unos minutos para visualizar lo que significa para ti.

2. Simplifica tus compromisos

  • Empieza a eliminar compromisos: haz una lista con todos tus compromisos que tienes en tu vida y elige uno que puedas eliminar hoy. Manda un email, haz una llamada, o realiza las acciones necesarias para liberarte del mismo (por ejemplo, cancelar una reunión improductiva, suspender un proyecto que no te aporte o que te quita tiempo, etc.)
  • Aprende a decir no a los nuevos compromisos. Cuando te propongan un nuevo compromiso piensa primero en la imagen de tu día perfecto, en el ejercicio de las “piedras grandes” (tus prioridades) y en esas actividades que tanto placer te proporcionan. Con esa perspectiva en mente, valora si al aceptarlo respetas tus prioridades y el pacto que has hecho contigo mismo de ser más feliz. A mí me cuesta muchísimo decir que no y me suelo embarcar en muchas cosas a la vez. Así que lo que hago ante una propuesta de nuevo compromiso es contestar que necesito pensarlo, y así me doy tiempo para parar y reflexionar. Lo ideal es hacerlo al momento para no posponer la decisión y dejar respuestas pendientes. Pero si te cuesta, puedes utilizar este truco hasta que, a través de la práctica, seas un “minimalista experimentado” y capaz de decir que no sobre la marcha.
  • Crea un espacio entre tus tareas. Deja un poco de espacio entre tus reuniones y tareas. Tómate un descanso para estirar, caminar, tomar un vaso de agua, o concentrarte en tu respiración durante un minuto o dos. Disfruta de ese espacio de tranquilidad.

3. Simplifica y limita tus posesiones

  • Empieza a deshacerte de tus posesiones. Cada día, dedícale 5 minutos a deshacerte de algunos de tus bienes materiales. Elige un par de cosas que quieras donar o limpia una estantería para dejar sólo las cosas que utilizas de verdad. Si quieres ir más allá y te atreves a probar un estilo de vida minimalista, puedes probar la regla de las 1oo cosas. Los minimalistas sostienen que, como la acumulación de posesiones no nos proporciona una felicidad permanente (debido a la adaptación hedónica de la que hablábamos en el primer capítulo), es preferible tener sólo “lo justo”. Así que recomiendan limitar las pertenencias a 100 cosas, contando todo: ropa,  zapatos, cepillos de dientes. Yo no lo he conseguido pero estoy en ello.

¿Y tú? ¿Cómo simplificas?

Si quieres saber más sobre como simplificar encontrarás prácticas y ejemplos en mi libro, La Revolución de la Felicidad.

 

 


[1] The simple guide to a minimalist life. Leo Babauta. (www.zenhabits.com)

1 Comment

  1. Simplifica tu vida … « el 29 de abril de 2014 a las 16:08

    […] Y qué tal si piensas en las personas que te rodean: ¿Con quién pasas tú tiempo? ¿Son realmente las personas que más te aportan? ¿Tienes a menudo la impresión de que no llegas a atender a todo el mundo? Leer{+} […]