The Five Monkeys Experiment: "this is the way things are done here"

Have you ever wondered why people do things for no good reason?

Ever looked around and wondered how habits and obscure social norms formed?

Have you ever asked the why of a norm or a practice and you were told: Because “this is the way things are done around here”?

The 5 monkeys experiment reminds ourselves to question why we perform certain behaviors.

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The metaphor and the lessons that apply to work are clear. Despite the exhortations from management to be innovative and collaborative, cold water is poured on people and their ideas whenever someone tries something new. 

Why Do You Do, What You Do?

Have you ever been in an environment where things are done a certain way only because “…it’s always been done that way“…? Or, perhaps, are you leading that environment?

Moving the thought from the group to the individual: What things do you personally do primarily because that’s the way it was done before you? Could it be that that’s the way you were taught? Or, you’ve simply recreated the same performance environment you played in?

Video in English

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Video en Español

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Experimento en Español

En un experimento se metieron cinco monos en una habitación. En el centro de la misma ubicaron una escalera, y en lo alto, unos plátanos. Cuando uno de los monos ascendía por la escalera para acceder a los plátanos, los experimentadores rociaban al resto de monos con un chorro de agua fría. Al cabo de un tiempo, los monos asimilaron la conexión entre el uso de la escalera y el chorro de agua fría, de modo que cuando uno de ellos se aventuraba a ascender un busca de un plátano, el resto de monos se lo impedían con violencia. Al final, e incluso ante la tentación del alimento, ningún mono se atrevía a subir por la escalera.

En ese momento, los experimentadores extrajeron uno de los cinco monos iniciales e introdujeron uno nuevo en la habitación.

El mono nuevo, naturalmente, trepó por la escalera en busca de los plátanos. En cuanto los demás observaron sus intenciones, se abalanzaron sobre él y lo bajaron a golpes antes de que el chorro de agua fría hiciera su aparición. Después de repetirse la experiencia varias veces, al final el nuevo mono comprendió que era mejor para su integridad renunciar a ascender por la escalera.

Los experimentadores sustituyeron otra vez a uno de los monos del grupo inicial. El primer mono sustituido participó con especial interés en las palizas al nuevo mono trepador.

Posteriormente se repitió el proceso con el tercer, cuarto y quinto mono, hasta que llegó un momento en que todos los monos del experimento inicial habían sido sustituidos.

En ese momento, los experimentadores se encontraron con algo sorprendente. Ninguno de los monos que había en la habitación había recibido nunca el chorro de agua fría. Sin embargo, ninguno se atrevía a trepar para hacerse con los plátanos. Si hubieran podido preguntar a los primates por qué no subían para alcanzar el alimento, probablemente la respuesta hubiera sido esta “No lo sé. Esto siempre ha sido así”.